Casi todos los aficionados al fútbol han escuchado lo difíciles que suelen ser las eliminatorias para el mundial en Sudamérica, especialmente en los casos de Bolivia y Ecuador, que a pesar de no ser dos equipos con un talento desbordante o que hayan concretado actuaciones memorables en mundiales, suelen complicar bastante a todos sus adversarios cuando juegan en casa; esto incluye a los campeones del mundo Brasil, Argentina y Uruguay.
Lo mismo pasa en la Copa Libertadores y en la Copa Sudamericana, donde los visitantes tienen que tener una preparación previa y un seguimiento médico especial antes de jugar en La Paz. Pero ¿Qué tiene esta nación de diferente a las demás en la región?
Con altura
Muchos de los países que participan en Conmebol, especialmente Bolivia, tienen la dicha (o la desdicha, según se mire) de tener ciudades ubicadas a gran altitud, demasiada se podría decir. Para hacerse una idea más o menos clara, La Paz está a 3600 metros sobre el nivel del mar. Ante todo esto, las federaciones de fútbol locales y las apuestas deportivas sacan el máximo provecho posible a la hora de albergar y apostar por los encuentros, pues sus jugadores evidentemente están mucho más y mejor adaptados a dichas condiciones tan duras.
Cuando se juega en estos campos los jugadores suelen sufrir demasiado, tanto a la hora de ejecutar el movimiento en sí, como a la hora de recuperarse. La falta de oxígeno juega un papel crucial en todo esto y atletas de países o regiones que están al nivel del mar suelen vivir un auténtico martirio.
El problema llega a tal punto, que la preparación para ir a jugar al país boliviano suele ser diferente a casi cualquier otra. Las federaciones recrean en lo posible situaciones similares, los jugadores entrenan con poco oxígeno y se buscan lugares igual de altos, o lo más parecidos posibles para poder simular la adversidad que representa aquel temido campo.
Bolivia y el fútbol
Lo más irónico de todo es que Bolivia no ha sido un país particularmente exitoso en cuanto a fútbol se refiere. A pesar de que han contado con generaciones bastante talentosas, se han visto estancados en éstas últimas y suelen quedar al fondo en la tabla de las eliminatorias para los mundiales. Pero de algo se puede estar seguro; pasión no les falta, pues el fútbol es uno de los deportes más amados de aquella tierra, tanto como en la mayoría de las naciones andinas.
Una nueva edición está por comenzar y ya las delegaciones comenzarán a planear sus visitas al altiplano, por su lado el país anfitrión sueña con llegar alto, nunca mejor dicho…